martes, 22 de enero de 2013

El fin del mundo

Ya hace un mes que se acabó el mundo, y aquí me tenéis escribiendo. Con la crisis, ya ni las hecatombes son lo que eran. Esto en tiempos de los dinosaurios no pasaba. Menos mal que los políticos y acólitos se han empeñado en limpiar el buen nombre de los mayas y les están haciendo el trabajo sucio. Y si no me creéis, aquí va una pequeña lista de cosas que han pasado en estos treinta días. No están todas las que son (no tengo tiempo ni humor para ese tipo de recopilaciones) pero sí son todas las que están:

- casi nos sumimos en otro "fin del mundo" financiero cuando los políticos, esta vez en los Estates, esperaron hasta el tiempo de descuento para ponerse de acuerdo a fin de evitar el temido abismo fiscal. A diferencia de los nuestros, lo lograron (aunque dicen los expertos que sólo es una moratoria y que el problema sigue ahí) y a mí me recordaron las palabras aquellas de Montoro, ante una votación crucial para nuestro rescate estando Zapatero en el gobierno: "que se hunda España... que ya la levantaremos nosotros". Tenía razón, ya la han levantado...en armas.

- un día después de que la OCDE denuncie su alucine con la permisividad (tanto judicial como social) absoluta que se da en España a los casos de corrupción, Unió Democratica (la mitad de la coalición que gobierna Cataluña) asume, después de veinte sonrojantes años de retraso en el proceso, que se financió con dinero público y...¡no dimite nadie! Estos de la OCDE recetaron para nuestro país como medidas a tomar para salir de la crisis, entre otras, subir el IVA, eliminar la jubilación parcial  y abaratar los despidos. Vamos a ver en qué les hacen caso nuestros políticos.

- después de repetirnos por activa y por pasiva que la crisis es culpa nuestra por gastarnos lo que no tenemos, llega el Banco de España y, por si nos da por ahorrar, prohibe los depósitos remunerados con más del 3%, el nivel del IPC. Para que así gastemos, lo que nos quede. Porque claro, es que el sudoku es muy difícil: si no hay consumo, esto se va a la mierda; pero cómo va a haber consumo si les hemos quitado el dinero a los pobres; pues que gasten el poco que tengan ahorrado; ¿y cuando no les quede nada?; yo ya no estaré aquí, que arree el que venga...

- el señor que estaba al frente del banco que ha protagonizado uno de los mayores petardeos de la historia reciente de este país, obligando (eso nos han contado) al gobierno a nacionalizar su ruina, lejos de ser castigado por su incompetencia (y no entro a valorar las comparencencias de los miembros del consejo de administración porque me sube la bilirrubina y se me encrespa el bigote a lo Juan Luis Guerra) ha sido fichado por otra empresa (Telefónica) que también tiene contentos a sus clientes (bajonazo en los últimos meses) y trabajadores (ERE del 25% de la plantilla mediante).

- sale a la luz que un antiguo "barón" del PP en Galicia enchufó a más de cien personas en diversos puestos relacionados con la diputación de Orense para asegurarse sus votos en el congreso que, días después, decidiría su sucesor en el cargo. ¿Consecuencia? Ahora ese puesto lo detenta (a la vista de esa información el verbo estaría bien usado) su hijo.

- un antiguo consejero de sanidad de la comunidad de Madrid trabaja para la empresa que se ha quedado con la adjudicación de los análisis clínicos tras comprar la anterior empresa que se había hecho con ellos cuando este consejero los privatizó. ¿Que no te has enterado del trabalenguas? Pues quédate con que este muchachote es el marido de Andrea Fabra. Sí, sí, esa Andrea Fabra. ( Ante la polvareda mediática formada, el antiguo consejero ha dimitido de su cargo en la empresa ).

- el president más recordado ( y quizá añorado ) de la Generalitat de Cataluña, el cual hasta ahora tenía una reputación intachable, está siendo investigado por lo que parecen cuentas astronómicas en paraísos fiscales, amasadas en sus tiempos de preboste. Al mismo tiempo salen chanchullos varios en los que están involucrados sus hijos (y tiene unos cuantos).

- and last but not least, resulta que un tesorero del partido gobernante repartió durante una década sobres con pasta de origen dudoso a muchos integrantes de ese partido, a modo de sobresueldo mensual. El señor en cuestión es uno de los encausados de la trama Gürtel por corrupción que, hasta la fecha, sólo ha tenido un castigado: el juez que la impulsó.

Ayer volvía a casa escuchando una tertulia que, cada lunes, celebran en el programa Hora 25 de la Cadena Ser. En ella participan jóvenes diputados de los partidos mayoritarios en España ( PP, PSOE, IU, PNV y CIU habitualmente ). Por cierto, y a modo de anécdota, señalar que en ella participaba Santiago Cervera, el diputado del PP que dimitió a raíz de su implicación en el "extraño" caso de la extorsión al presidente de Caja Navarra. En fin. Pues ante la invectiva de un oyente contra los políticos, uno de ellos (no recuerdo quién) dijo que sin política caeríamos en la dictadura (con lo cual estoy de acuerdo) y que lo que había que hacer era no votar a los partidos con casos de corrución. Muchas gracias, majete, por el consejo.
A fin de ayudaros con vuestra decisión, os enlazo con un mapa donde salen las localizaciones de casos de corrupción, con su correspondiente partido implicado:

Mapa de corrupción en España

No lo he examinado minuciosamente por lo que imagino que, al ritmo que se destapan chanchullos en nuestro querido país, faltarán mogollón (salvo que tengan a un tipo actualizándolo día y noche, en cuyo caso debe ser el trabajador más atareado de España). Si obedeciéramos la feliz idea del diputado, en unos años podría gobernar España el Pacma (Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal) o el Partido Pirata.
Quizá sea la solución: si va a ser un desastre, que sea esplendoroso.

martes, 8 de enero de 2013

Me da buen rollo

Pues me da buen rollo. No sé las razones pero me da buen rollo. El año que empieza, a pesar de la impopularidad del número 13, me da buen rollo. Quizá porque durante casi toda mi vida colegial fue mi número de lista (por ahí solía caer mi "Frías", encajonado entre los Fernández y los García, tan abusones ellos) y le tengo mucho cariño. Quizá porque el año anterior acabó con muy buenas noticias y, aunque alguna se ha truncado, me arraigó el optimismo. O quizá porque ya toca llenar el mundo de energía positiva.
No lo sé, pero me da buen rollo. No es una postura sencilla. Admito que voy a contracorriente. Ningún buen augurio ilumina nuestro futuro. Las cifras en los periódicos asustan con su contundencia. Los telediarios nos provisionan de imágenes desoladoras (y encima Telemadrid sigue en negro, la única cadena que nos regalaba ilusión en sus análisis; pobrecillos...). Las conversaciones devienen monumentos al drama social. Después de tanta crisis, la incertidumbre del pueblo ha dado paso a una abierta aflicción.
Y sin embargo me da buen rollo. Creo que va a ser un buen año. Desgraciadamente, no puedo mostraros datos en los que basarme. Tampoco disfruto de poderes adivinatorios. Incluso tengo en contra mi fama (injustificada, por supuesto) de agorero.  Para más inri ayer fue mi cumpleaños, fecha maldita del calendario y habitual fuente de malos humores por razones obvias: nos vamos haciendo mayores (pero mayores de verdad).
Pues nada de eso importa. Tendréis que confiar en mí. Un acto de fe, eso es lo que os pido: que aparquéis por un momento la saturación de las fiestas navideñas y el ingrato regreso a la rutina (curioso contrasentido, el cual nos lleva del deseo de que se acabe tanta celebración a la desazón de no otear días festivos en muuucho tiempo), que ignoréis la temida cuesta de enero (al menos estas primeras rampas) y que os aisléis del ruido y la furia que desbordan las calles.
Una vez convenientemente abstraídos, abrid bien los ojos (no, esos no, los otros ojos), agarrad fuerte las manos de quienes están a vuestro lado y escuchadme: este año me da buen rollo.
¿Cómo? ¿Que parece una sesión cutre de un grupo de autoayuda aficionado? Ni mucho menos y a los hechos me remito: ¿cómo no va a ser un gran año si teníais cientos de manos que agarrar?

Feliz año 2013