martes, 8 de enero de 2013

Me da buen rollo

Pues me da buen rollo. No sé las razones pero me da buen rollo. El año que empieza, a pesar de la impopularidad del número 13, me da buen rollo. Quizá porque durante casi toda mi vida colegial fue mi número de lista (por ahí solía caer mi "Frías", encajonado entre los Fernández y los García, tan abusones ellos) y le tengo mucho cariño. Quizá porque el año anterior acabó con muy buenas noticias y, aunque alguna se ha truncado, me arraigó el optimismo. O quizá porque ya toca llenar el mundo de energía positiva.
No lo sé, pero me da buen rollo. No es una postura sencilla. Admito que voy a contracorriente. Ningún buen augurio ilumina nuestro futuro. Las cifras en los periódicos asustan con su contundencia. Los telediarios nos provisionan de imágenes desoladoras (y encima Telemadrid sigue en negro, la única cadena que nos regalaba ilusión en sus análisis; pobrecillos...). Las conversaciones devienen monumentos al drama social. Después de tanta crisis, la incertidumbre del pueblo ha dado paso a una abierta aflicción.
Y sin embargo me da buen rollo. Creo que va a ser un buen año. Desgraciadamente, no puedo mostraros datos en los que basarme. Tampoco disfruto de poderes adivinatorios. Incluso tengo en contra mi fama (injustificada, por supuesto) de agorero.  Para más inri ayer fue mi cumpleaños, fecha maldita del calendario y habitual fuente de malos humores por razones obvias: nos vamos haciendo mayores (pero mayores de verdad).
Pues nada de eso importa. Tendréis que confiar en mí. Un acto de fe, eso es lo que os pido: que aparquéis por un momento la saturación de las fiestas navideñas y el ingrato regreso a la rutina (curioso contrasentido, el cual nos lleva del deseo de que se acabe tanta celebración a la desazón de no otear días festivos en muuucho tiempo), que ignoréis la temida cuesta de enero (al menos estas primeras rampas) y que os aisléis del ruido y la furia que desbordan las calles.
Una vez convenientemente abstraídos, abrid bien los ojos (no, esos no, los otros ojos), agarrad fuerte las manos de quienes están a vuestro lado y escuchadme: este año me da buen rollo.
¿Cómo? ¿Que parece una sesión cutre de un grupo de autoayuda aficionado? Ni mucho menos y a los hechos me remito: ¿cómo no va a ser un gran año si teníais cientos de manos que agarrar?

Feliz año 2013


No hay comentarios: