jueves, 27 de septiembre de 2012

¡Que soy compañero!

Vayan por delante mi absoluto respeto y profunda admiración por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, cuya labor, en estos días tan convulsos que corren, resulta impagable. Tan tan impagable que la administración de la que dependen, seguramente abrumada de gratitud ante tal eficacia y semejante aplicación como demuestran a la menor oportunidad, ha decidido congelarles el sueldo, por tercer año consecutivo (después de bajárselo un 5% hace dos años y dejarles sin paga extra de Navidad este diciembre próximo). Estos políticos traviesos...
Habréis visto un vídeo que circula por la red, donde un policía infiltrado es reducido por sus colegas:



Sólo dura 30 segundos, así que merece la pena que lo veáis. 30 segundos angustiosos, eso sí, para su protagonista. Y a mí, mente torpe donde las haya, me asaltan un montón de dudas, que espero de alguno de vosotros que podáis solventarme. De momento, y a la espera de vuestras respuestas, me conformaré con aquéllas que mi reciente esquizofrenia, nacida al albur de los tiempos que corren, me facilita:

- ¿Por qué hay policias infiltrados entre los manifestantes? Esta es fácil, lo dicen los propios mandos y la delegada del gobierno: para calmar los ánimos desde dentro a los exaltados y tenerlos controlados.

- Si está calmando los ánimos, ¿por qué le reducen sus compañeros? Aquí caben dos opciones: que sus compañeros zurran a quien se pone por delante, sea alborotador, transeúnte o abuelillo despistado; o que el infiltrado participaba de la algarabía.

- Si los polis zurran a quien pillen (y de esto, por desgracia, hay demasiados ejemplos en la red), ¿por qué lo llaman proporcionalidad cuando quieren decir fiereza?

- Si el infiltrado estaba liándola también, ¿quién nos asegura que no reciban ciertas órdenes al respecto?  y entonces ¿quién empieza los altercados realmente? Porque, ¿qué es portada al día siguiente, las imágenes violentas o las reivindicaciones de quienes se reunían pacíficamente? ¿Y si no hay imágenes violentas?

- Volvemos a la proporcionalidad; si eso existe de verdad, ¿por qué grita como un poseso el infiltrado cuando lo derriban? ¿No confia en la proporcionalidad de sus compañeros, una vez lo ven inerme en el suelo? Le entiendo, yo tampoco lo haría.

- Y si ese policía estuviera en la manifestación a título personal, opción perfectamente plausible, ¿se vale lo de "soy compañero" a modo de un "cruci" para adultos? Que lo aclaren cuanto antes, por favor, que esa regla no nos la sabíamos.

- Si el día anterior justifican el despliegue policial porque SABEN que hay elementos de ultraderecha entre los convocantes, ¿por qué luego los que lían los altercados son elementos de ultraizquierda? ¿Ha conseguido este gobierno, por fin, que se diluyan las históricas, y pensábamos que irreconciliables, diferencias entre los dos "bandos"? Si es así, para mí esta legislatura ya ha sido un éxito rotundo. Que disuelvan las cortes y convoquen elecciones para el mismo día que Cataluña. Quién sabe, lo mismo puede España declararse independiente de Cataluña antes que ellos, y se quedan descolocados...

Bueno, antes de que mis desvaríos se adueñen de la entrada, me marcharé con una última aclaración: todas estas preguntas asumen que la realidad es compleja, trufada de intereses múltiples y contradictorios. Pues claro que habría violentos entre los manifestantes. Y claro que hay policías ponderados. Y claro que acudieron personas "normales", hartas de todo (sin perros, sin flautas, sin más armas incendiarias que su indignación). ¿Acaso alguien piensa que todos los policías son iguales o que todos los manifestantes son iguales? ¿En serio alguien cree a pies juntillas lo que cuentan en la Sexta o alguien asume como verdad irrefutable lo que dice Intereconomía? ¿Realmente alguien sostiene que sólo hay un color, y que ese color es el suyo?
Porque entonces, ese alguien merecería la jaculatoria del mordaz Miguel, personaje de una novela inédita aún agazapada en las cavernas literarias del quizá: "Te acompaño en el sentimiento. Has completado la evolución del homo antecessor al homo génerum. Del génerum tonto, vamos."




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